SOLUCIÓN

Conocí Velneo en el 2006, al principio no me convencía demasiado, pero decidí probarlo. La curva de aprendizaje era sin dudarlo la más rápida de todas las herramientas de desarrollo que conozco y aunque tenía sus limitaciones, después de un tiempo y viendo la velocidad de desarrollo que aportaba la herramienta no la cambio por nada. Su base de datos no tiene la plasticidad de una base de datos relacional convencional pero lo suple con creces la velocidad y refactorización de la herramienta. La base de datos de Velneo es algo que sabes que está ahí porque tienes que crear las tablas con sus correspondientes campos, a partir de ahí te olvidas; al estar integrado el motor de la base de datos es muy fácil de utilizar y mantener. Con Velneo sí que puedes hacer interfaces estéticamente impecables. Ahora con Velneo han cambiado las cosas, se pueden crear aplicaciones multiplataforma,  arquitectura cliente servidor sin ningún tipo de complicaciones, SaaS, Web, puedes hacer lo mismo que con cualquier lenguaje de programación en la mitad de tiempo y mucho más fácil, es una herramienta muy completa y potente.